Q
uiero, ante todo, expresar mi más sincera gratitud por la concesión del Premio de la Mutua Madrileña, cuyo diploma acreditativo y escultura acabo de recibir de manos de su Presidente.
Un Premio, creado por Mutua Madrileña para subrayar la dimensión de su intenso compromiso social, que el Jurado ha querido otorgarme.
Lo recibo con particular emoción, al tiempo que con la debida humildad, pues los méritos que se han glosado pertenecen, ante todo, al pueblo español, verdadero protagonista de la extraordinaria transformación política, económica y social vivida por España en las últimas tres décadas
Mi gratitud especial se dirige a los miembros del Jurado y a los distintos oradores por sus muy generosas y afectuosas palabras.
La creación de este Premio responde al desarrollo de la responsabilidad social corporativa de nuestras empresas, en coherencia con el espíritu de profunda solidaridad y de vocación altruista que distingue a la sociedad española de nuestros días.
Una sociedad civil que apuesta por promover, desde la empresa, acciones destinadas a estimular los valores de la convivencia y a favorecer el cultivo de la investigación, las artes, la cultura o el deporte.
Con ello, nuestras empresas subrayan su vocación de servicio al mayor bienestar de la sociedad, contribuyendo voluntariamente con parte de sus beneficios o recursos a los intereses generales.
La proyección de La Mutua Madrileña hacia la sociedad, de la que nace y a la que sirve, fue ya el espíritu que presidió el desarrollo de los actos que, con motivo del Setenta y Cinco Aniversario de esta entidad, la Reina y yo tuvimos el honor de inaugurar coincidiendo con la apertura de vuestra nueva sede hace dos años.
Esa proyección está presente en las más recientes iniciativas de Mutua Madrileña, entre las que destacan la creación de la Fundación de Investigación Médica, establecida para aportar los mejores esfuerzos a la investigación, el mecenazgo a los proyectos de salud y el apoyo a la formación.
Entre las iniciativas a las que contribuye dicha Fundación, no puedo dejar de citar su importante y desinteresada aportación al Proyecto Alzheimer de la Fundación Reina Sofía.
Quiero subrayar el más pleno compromiso de la Corona con los valores de solidaridad, cooperación y concordia que promueve este Premio para construir una España siempre mejor.
Conforme al espíritu de servicio a la sociedad española que anima este galardón, deseo ceder la totalidad de su dotación económica al Museo Nacional del Prado, creado por la Corona con las más excelentes obras de las colecciones reales, legados para disfrute de los ciudadanos.
Un verdadero buque insignia del patrimonio histórico-artístico común que compartimos y que nos identifica como gran Nación.
De nuevo muchas gracias por este Premio, y por las múltiples muestras de afecto que hoy habéis querido dedicarnos.
Muchas gracias.