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eseo expresaros la especial alegría que la Reina y yo siempre sentimos, durante nuestras Visitas al exterior, cuando llega el momento de celebrar nuestro habitual encuentro con la colectividad española.
Una alegría que se basa, tanto en el afecto especial que bien merecéis cuantos compatriotas vivís fuera de España, como en lo mucho que admiramos la tarea que cada uno de vosotros desempeñáis en vuestro quehacer cotidiano.
Ese quehacer diario, muchas veces callado pero siempre intenso, de los españoles residentes en los distintos países iberoamericanos, contribuye de forma muy importante a acercar aún más a España y a América.
Nos sentimos orgullosos de vuestra labor en El Salvador, impregnada de afecto y respeto a esta tierra, sin olvidar nunca vuestra identidad, valores y costumbres como españoles.
De ahí, lo mucho que apreciamos poder compartir estos momentos con quienes amáis a España y la representáis de manera constante en El Salvador.
En nuestros viajes por Iberoamerica, la Reina y yo hemos podido percibir la vigorosa existencia de una identidad iberoamericana, que tiene raíces históricas, culturales, lingüísticas, y humanas.
Hoy esa identidad es más fuerte que nunca y se refleja en un gran proyecto colectivo de dimensión cultural, económica y política, basado en la democracia, que encarna la Comunidad Iberoamericana de Naciones.
Sabemos que ese pasado, presente y futuro comunes tienen unos cimientos sólidos, que se asientan en el trabajo y en la trayectoria vital de millones de españoles que dejaron atrás su tierra natal, abriendo nuevos horizontes y uniendo Europa con América.
Muchos se quedaron en este Continente, crearon familias y trabajaron por un futuro mejor, sin perder ni sus vínculos y raíces, ni su condición de españoles.
Sus descendientes son el mejor testimonio de la herencia de España en América y de la memoria de sus mayores. Somos conscientes de que, como dijo José Gaos, ?los españoles de la emigración hicieron un nuevo descubrimiento de América?.
La España de hoy es un país dinámico, próspero y democrático que juega un papel relevante en la escena internacional.
Una gran Nación de la que podemos sentirnos legítimamente orgullosos. No olvidamos tampoco el importante papel de los españoles que, desde fuera de nuestras fronteras, han contribuido y contribuís a forjar la España del presente.
Por todo ello, hoy queríamos estar con todos vosotros, agradeceros vuestro esfuerzo y dedicación, y trasladaros todo nuestro cariño y gratitud.
Muchas gracias.