S
eñor Presidente,
Señores Jefes de Estado y de Gobierno,
Señores invitados especiales,
Quiero expresarles mi gran satisfacción al encontrarme de nuevo en esta querida tierra venezolana, por la cordial invitación del Presidente Caldera, y realizar así cumplidamente la promesa que nos hicimos en Viña del Mar.
Agradezco vivamente el calor con que se nos acoge en esta cita plena de significado. Trasladamos hoy aquí, en medio de este hermoso marco natural y humano, el centro del sentimiento y de la razón política de Iberoamérica
Los principios democráticos, los principios de tolerancia y de diálogo, de respeto a los derechos humanos y a las libertades fundamentales, constituyen pilares básicos de nuestra Comunidad Iberoamericana de Naciones. Ellos nos han inspirado y han ocupado nuestra creciente atención a lo largo de las seis Cumbres de Jefes de Estado y de Gobierno que se han celebrado ya.
En esta ocasión, el tema sugerido para la VII Cumbre nos permitirá profundizar en la reflexión sobre los principios democráticos y reafirmar nuestro compromiso con ellos, con la convicción de que un futuro de paz y libertad, de justicia y de solidaridad para nuestras sociedades, requiere necesariamente el vigor y la plenitud de nuestras democracias.
La pujanza y la influencia de la Comunidad Iberoamericana en el mundo serán tanto mayores cuanto mejor sepamos desarrollar estos principios y coordinar nuestros esfuerzos para alcanzar objetivos comunes. Nos encontramos, para ello, en un esperanzador momento histórico que debemos saber aprovechar en beneficio de nuestros hermanos de América y Europa.
Estoy convencido de que estas sesiones de trabajo serán positivas para el conjunto de nuestros pueblos. Cuenten con el empeño de España.
Cedo ahora la palabra al Presidente del Gobierno de España, quien expondrá más detalladamente estas ideas.