a Base Aérea de Morón, que tiene una dependencia orgánica y operativa del Mando Aéreo de Combate, alberga el Ala nº 11 del Ejército del Aire español, y al 496 ABS y al 18th SSS de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos de América.
A su llegada, Don Felipe fue recibido por el jefe del Estado Mayor del Ejército del Aire, general del Aire Francisco José García de la Vega, el general jefe del Mando Aéreo de Combate, teniente general José Froilán Rodríguez Lorca, el jefe de la Base Aérea de Morón y jefe del Ala nº 11, coronel León Antonio Machés Michavila, y el suboficial mayor del Ejército de Aire Máximo Reguera Blanco.
Tras los honores de ordenanza, Su Alteza Real pasó revista a las tropas. A continuación se dirigió al Centro de Adiestramiento C-16, donde tuvo lugar una reunión con los mandos del Ala nº 11. A su término, el Príncipe visitó un P-3M "Orión". El Ala nº 11 cuenta con una flota de aviones de patrulla marítima P-3, que se ocupan del control y vigilancia de las costas y aguas jurisdiccionales españolas, además de efectuar misiones de inteligencia fotográfica, identificación de buques, lucha antisubmarina y antisuperficie (detección, localización, seguimiento y ataque a buques y submarinos), protección de la pesca, guerra al narcotráfico e inmigración ilegal, así como acciones de búsqueda y salvamento.
Asimismo, Don Felipe conoció un simulador de vuelo de C-16 "Eurofighter". El C-16 es un avión monoplaza, bimotor, con una superficie de alar de 50 m y un empuje por motor de 90 KN a nivel del mar, en el que se han utilizado las últimas tecnologías, incluyendo una estructura de peso optimizado que minimiza la "firma radar", integración de sistemas de mando por voz y de aviónica integrada en el casco, mandos de vuelo "fly-by-wire", un radar de cuarta generación y una amplia variedad de sensores. Está impulsado por dos motores EJ200 de bajo consumo y mantenimiento, que le proporcionan gran velocidad y capacidad de carga de armamento. Su misión principal es de defensa aérea y aire-aire, aunque puede realizar también numerosas tareas aire-superficie.
Después de visitar el simulador, el Príncipe pilotó un C-16, con el que realizó un vuelo de instrucción, acompañado por el comandante Manuel de la Chica. Una vez finalizado, Su Alteza Real firmó en el libro de mantenimiento del aparato y se trasladó al Hangar 55 para compartir un vino de honor con los invitados, cuyo brindis corrió a cargo del jefe de Estado Mayor del Ejército del Aire. Posteriormente, Don Felipe firmó en el libro de honor y almorzó con los mandos del Ejército del Aire y el personal del Ala nº 11, con lo que concluyó su visita.