u Majestad el Rey partió hacia Chile en la noche del miércoles, 7 de noviembre, desde la Base Aérea de Torrejón, donde fue despedido por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.
A su llegada, en la mañana del jueves, 8 de noviembre, al Aeropuerto Internacional Comodoro Arturo Merino Benítez de Santiago de Chile, Don Juan Carlos fue recibido por el presidente del Gobierno, el director general del Ceremonial y Protocolo de Chile, embajador Fernando Ayala, el embajador de España en Chile, José Antonio Martínez de Villareal Baena, y el comandante de la Guarnición Aérea de Santiago, el general de Brigada Aérea Carlos Pabst García.
El Rey pronunció unas palabras, en las que expresó su alegría por regresar a Chile, y transmitió, en su nombre y en el del pueblo español, el más afectuoso saludo al "querido pueblo chileno".
Don Juan Carlos recordó que el tema central de la Cumbre Iberoamericana será la cohesión social, "un desafío y una ambición para todos y cada uno de nuestros países, para la Comunidad Iberoamericana de Naciones en su conjunto".
Asimismo, Su Majestad manifestó que "la generosa hospitalidad de los chilenos y el magnífico trabajo de la Señora Presidenta de la República, Michelle Bachelet, y de todo el Gobierno de Chile al frente de la Secretaría pro Tempore, son las mejores garantías de éxito para esta Cumbre", y subrayó el deseo de contribuir a este fin de "todos los países de la Comunidad Iberoamericana, guiados por la común voluntad de avanzar hacia el mayor bienestar de nuestros pueblos".
Por la tarde, Don Juan Carlos visitó la exposición "España. Encrucijada de Civilizaciones" en el Centro Cultural del Palacio de la Moneda. Esta muestra, que permanecerá abierta hasta el 24 febrero 2008, pretende mostrar una visión amena y didáctica de las transformaciones culturales que, a lo largo de muchos siglos, han convertido nuestro país en un mosaico de pueblos y en un privilegiado laboratorio para el mestizaje cultural. Para ello, se ha enmarcado nuestra historia dentro de la evolución general de las culturas mediterráneas y europeas, estableciendo los necesarios paralelismos cronológicos con la riquísima y variada historia chilena.
La exposición está compuesta por cerca de 120 piezas seleccionadas del Museo Arqueológico Nacional, distribuidas en cinco secciones: la Prehistoria, la Protohistoria, la Hispania Romana, la Hispania Medieval y la Edad Moderna. Entre las obras que la componen pueden destacarse el "Baco de Aldama", escultura romana procedente de la Valencia del siglo II, la escultura sepulcral de Juan de Solórzano, del siglo XVII, o el apóstol del coro del maestro Mateo de la Catedral de Santiago de Compostela, del siglo XII.
La organización ha corrido a cargo de la SEACEX, el Museo Arqueológico Nacional y el Palacio La Moneda, con la colaboración del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación, los Ministerios de Cultura de España y Chile y la Embajada de España en Chile.
Su Majestad el Rey recorrió la muestra acompañado por el presidente del Gobierno, el ministro de Asuntos de Exteriores y de Cooperación, Miguel Ángel Moratinos, las secretarias de Estado para Iberoamérica, Trinidad Jiménez, y de Cooperación Internacional, Leire Pajín, el embajador de España en Chile, la directora general de la SEACEX, Maribel Serrano, la directora del Museo Arqueológico Nacional, Rubí Sanz, la directora del Centro Cultural Palacio de la Moneda, Alejandra Serrano, y el comisario de la exposición, Félix Jiménez Villalba.
A continuación, el Rey se dirigió al Club Hípico de Santiago para asistir a la ceremonia de apertura de la Cumbre Iberoamericana. A su llegada, Don Juan Carlos fue recibido por la Presidenta de Chile, Michelle Bachelet. Tras la interpretación del Himno Nacional de Chile, pronunciaron unas palabras el Secretario General Iberoamericano, Enrique Iglesias, el Presidente de la República Oriental del Uruguay, Tabaré Vázquez, el Secretario General de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, y la Presidenta de la República de Chile.
Una vez finalizadas estas intervenciones, se representó "La Rosa de los Vientos", obra sinfónica con música de Horacio Salinas y letra de Patricio Manns, interpretada por el conjunto Inti Illimani, acompañado por la Orquesta Filarmónica de Chile, el Coro de la Universidad de Serena y el Ballet Folklórico de Chile.
La Presidenta Bachelet ofreció seguidamente una recepción en los Salones del Club Hípico.
Las actividades de Don Juan Carlos del viernes, 9 de noviembre, comenzaron con un desayuno de trabajo con el presidente del Gobierno y los Presidentes Centroamericanos. A continuación, Su Majestad se reunió con la Presidenta electa de la República Argentina, Cristina Fernández de Kirchner.
Una vez finalizadas estas reuniones, Su Majestad se trasladó al Centro de Convenciones y Exhibiciones de Santiago de Chile (Espacio Riesco) para asistir a la Sesión plenaria de la XVII Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno Iberoamericanos. Antes de su comienzo, el Rey mantuvo encuentros con varios mandatarios, como los Presidentes de Uruguay, Tabaré Vázquez, y Ecuador, Rafael Correa.
Durante la Sesión, Don Juan Carlos pronunció unas palabras sobre la cohesión social en el ámbito iberoamericano. El Rey puso de relieve que "Iberoamérica ha hecho en estos años progresos indudables, pero también lo es que persisten desigualdades lacerantes e injustas. Unas desigualdades que excluyen a una parte significativa de nuestros ciudadanos de unas condiciones de vida dignas".
Su Majestad manifestó que "la mayor cohesión social es un desafío para cada uno de nuestros países, para Iberoamérica en su conjunto. Disponemos de la voluntad necesaria para convertir nuestros valores comunes, en principios compartidos de actuación".
Una vez finalizada la Sesión Plenaria, los Jefes de Estado y de Gobierno inauguraron el "Parque Iberoamericano", situado en el Cerro San Cristóbal. Cada uno de los mandatarios plantaron en el Parque un árbol nativo chileno.
Tras un almuerzo ofrecido por la Presidenta de Chile en honor de los mandatarios asistentes a la Cumbre, regresaron al Espacio Riesco para mantener una nueva reunión. Por la noche, la Presidenta de la República de Chile ofreció en el Palacio de la Moneda una Cena oficial en honor de los Jefes de Estado y de Gobierno Iberoamericanos, Ministros e Invitados Especiales, en la que Don Juan Carlos correspondió al brindis de la Presidenta Bachelet.
Su Majestad expresó su admiración hacia Chile, "que ha sabido avanzar, desde la recuperación de su mejor tradición democrática, por el camino de la estabilidad institucional, del progreso económico y social, y de la defensa de la diplomacia multilateral, de la paz y de la cooperación internacional". El Rey agradeció la calurosa acogida y el magnífico trabajo de la organización.
Don Juan Carlos reiteró el firme propósito de la Comunidad Iberoamericana de "acabar con la desigualdad y la exclusión", subrayando que "la democracia y el crecimiento con equidad, son elementos esenciales para lograr esa cohesión social".
Asimismo, el Rey elogió la tarea desarrollada por la Secretaría General Iberoamericana, manifestando que "nunca, como hasta ahora, nuestra Comunidad había podido trabajar de manera tan coordinada y ambiciosa", gracias a que "hemos puesto esta ambición en manos idóneas, dedicadas y comprometidas, como las de Don Enrique Iglesias y su equipo, cuya alta disposición, acertado trabajo y evidentes logros, merecen la felicitación de todos los Jefes de Estado y de Gobierno de la Cumbre".
Su Majestad concluyó sus palabras deseando éxito en la preparación de la próxima Cumbre Iberoamericana de El Salvador, para lo que ofreció el apoyo de todos los Estados.
El sábado, 10 de noviembre, tuvo lugar la Sesión plenaria de los Jefes de Estado y de Gobierno Iberoamericanos. A su término, se firmó la Declaración de Santiago, en la que los Jefes de Estado y de Gobierno de los 22 países miembros de la Comunidad Iberoamericana, reunidos en Santiago de Chile, "reiteran el objetivo común de progresar hacia niveles crecientes de inclusión, justicia, protección y asistencia social, y a fortalecer los sentimientos de solidaridad, de pertenencia e identidad sociales", y detallan las iniciativas para la consecución de este objetivo.
Después de la ceremonia de clausura de la XVII Cumbre Iberoamericana, Su Majestad emprendió regreso a España.