espués de visitar la exposición "Una mirada singular. Pintura española de los siglos XVI al XIX", Don Felipe se trasladó al Edificio Histórico de la Universidad de Oviedo para recibir en audiencia al Sr. Bill Gates, copresidente de la Fundación Bill y Melinda Gates, galardonada con el Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional 2006.
A su llegada, Su Alteza Real fue recibido por el rector magnífico de la Universidad de Oviedo, Juan Antonio Vázquez García. Seguidamente, se trasladó al despacho oficial del rector, donde tuvo lugar la audiencia al Sr. Gates. A su término, el Príncipe se dirigió a la Biblioteca para asistir a la conferencia del Sr. Gates sobre la Fundación Bill y Melinda Gates.
Tras ocupar Don Felipe su lugar en la primera fila de asientos y presentar el rector al conferenciante, inició su intervención el Sr. Gates. Una vez finalizada, Su Alteza Real el Príncipe de Asturias pronunció unas palabras, en las que dió su más cálida bienvenida al Sr. Gates a España y Asturias, y subrayó la coincidencia entre la Fundación Bill y Melinda Gates y la Fundación Príncipe de Asturias de que "la pobreza en el mundo y sus consecuencias, son ante todo un problema de profunda e inaplazable dimensión humanitaria. Y que, sólo asumiendo plenamente esta perspectiva, cobran todo su valor los medios de que disponen las instituciones públicas y privadas, las ciencias económicas y la tecnología para hacerles frente".
Don Felipe destacó asimismo "el espíritu solidario de los españoles, de su preocupación por los más desfavorecidos y por resolver las situaciones de injusticia que afectan a tantos seres humanos" y manifestó que la "Fundación y los Premios Príncipe de Asturias constituyen un símbolo de esta España moderna y solidaria, que reconoce el mérito y el talento, el esfuerzo individual y el colectivo, y que promueve valores universales como la libertad y la justicia. En definitiva, alientan el ejemplo de personalidades e instituciones que se distinguen por su esfuerzo concreto en favor de la creación y del ser humano, por su entrega a los demás o por su aportación a la sociedad. En este camino, merecen nuestro más pleno reconocimiento y respaldo cuantos esfuerzos se dirijan a poner fin a la pobreza extrema y a sus consecuencias: el hambre, las enfermedades, la inseguridad y el dolor que provocan. Conmueven nuestras conciencias; y a todos nos incumbe la responsabilidad de avanzar por dicha senda".
Tras concluir el acto y departir con los asistentes durante unos minutos, Su Alteza Real fue despedido por las mismas personas que le recibieron.