on Felipe y Doña Letizia, que llegaron a Palermo acompañados por el ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Miguel Ángel Moratinos, fueron recibidos por el embajador de España en Italia, José Luis Dicenta; el embajador de España ante la Santa Sede, Francisco Vázquez; el Alcalde de Palermo, Diego Cammarata; el Presidente de la Región de Sicilia, Salvatore Cuffaro; y el Prefecto de Palermo, Goisué Marino.
A continuación, los Príncipes se trasladaron a la sede del Instituto Cervantes, la antigua de Iglesia Santa Eulalia de los Catalanes, del siglo XVII, cedida por los Establecimiento Españoles en Italia, la "Obra Pía", que gestiona la Embajada de España ante la Santa Sede. Allí fueron recibidos por el director del Instituto Cervantes, César Antonio Molina; el cónsul general de España en Nápoles, Fernando Sánchez Rau; el primer teniente de alcalde y encargado de Urbanismo del Ayuntamiento de Palermo, Mario Milone; y el director del Instituto Cervantes de Nápoles y coordinador del de Palermo, José Vicente Quirante.
Ya en el patio de Entrada, Don Felipe y Doña Letizia fueron saludados por los representantes de los Institutos Culturales de las Comunidades Autónomas asistentes, el presidente del Concello da Cultura Galega, Ramón Villares; el presidente del Institut d´Estudis Balearics, Gabriel Janer Manila; la presidenta de la Acadèmia Valenciana de la Llengua, Ascensiò Figueres; el director de Instituto Ramon Llull, Emilio José Manzano; y el vicepresidente de Euskaltzaindia, Henrique Knörr.
Seguidamente, los Príncipes accedieron al interior y ocuparon sus lugares en la primera fila de asientos. Tras las intervenciones del director del Instituto Cervantes, el Presidente de la Región de Sicilia, el Alcalde de Palermo y el ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Don Felipe pronunció unas palabras, en las que subrayó la vinculación histórica entre España y Sicilia, y destacó la creciente actividad del hispanismo en esta isla italiana.
El Príncipe recordó que este centro nace bajo la advocación del poeta catalán Salvador Espriu, y manifestó "la admiración que todos sentimos por su obra, llena de refinamiento, profundidad poética e inspiración musical. Difícilmente puede imaginarse un marco más adecuado para albergar y difundir su obra que esta magnífica iglesia de Santa Eulalia de los Catalanes".
Asimismo, el Príncipe puso de manifiesto que "la apertura de este Centro en Palermo se inscribe en el marco de las excelentes relaciones bilaterales entre Italia y España y viene a reforzar los estrechos lazos históricos, intelectuales y afectivos que nos ligan. Va a propiciar un conocimiento más profundo de nuestro país en esta región, permitiendo a los sicilianos tener al alcance de su mano la posibilidad de aprender y perfeccionar el conocimiento de una lengua como la española, que compartimos más de 400 millones de personas en el mundo. El Instituto Cervantes se propone, además, ser una ventana abierta, no sólo a la lengua, el arte y la cultura de España, sino también a las de los países de Iberoamérica que viven, se expresan y crean en nuestra misma lengua".
Seguidamente, los Príncipes descubrieron una placa conmemorativa dispuesta en el altar, para dar comienzo a continuación un concierto a cargo de Jordi Reguant (clavicémbalo o clavecín) y Ana Casas (castañuelas), que interpretaron andldquo;Fandango en Re menor de Antonio Soler (1729 andndash; 1783)andrdquo; .
A su término, Sus Altezas Reales se trasladaron a la biblioteca del centro andldquo;Salvador Espriuandrdquo;, ubicada en la antigua sacristía, donde recibieron el saludo del presidente de la Fundación Salvador Espriu y sobrino de Salvador Espriu, Sebastià Bonet Espriu. Después de firmar en el Libro de Honor, los Príncipes iniciaron su visita por las aulas del Instituto Cervantes, anejas a la antigua iglesia. El Instituto Cervantes de Palermo tiene tres naves para exposiciones y varias aulas, además de salas de conferencias y despachos. Posteriormente, se reunieron con el resto de asistentes en la nave central para departir con ellos durante unos minutos, con lo que finalizó el acto.