E
s para mí un motivo de especial satisfacción poder inaugurar este Encuentro Empresarial Hispano-Egipcio en el marco del programa de mi tercera Visita de Estado a la República Árabe de Egipto.
Una Visita con la que hemos querido imprimir un nuevo impulso a las muy estrechas y cordiales relaciones que ligan a Egipto y España.
A lo largo de los tres últimos días he podido mantener importantes conversaciones con Su Excelencia, el Señor Presidente de la República, y con otras altas autoridades del país, además de desarrollar un conjunto de actividades de índole cultural, y ahora de carácter económico, que persiguen promover el mejor conocimiento mutuo y la creciente cooperación entre egipcios y españoles.
Quiero reiterar mi mayor gratitud al Señor Presidente y al Gobierno egipcio por la generosa hospitalidad y múltiples atenciones recibidas a lo largo de esta Visita de Estado.
Egipto y España son dos grandes países amigos que ocupan posiciones estratégicas en los confines del Mediterráneo, con ricas culturas y admirables patrimonios histórico-artísticos.
Son conocidas las afinidades, los afanes e intereses compartidos, que explican la corriente de simpatía y amistad que une a egipcios y españoles. Nos conocemos bien, nos respetamos y admiramos, y deseamos ampliar nuestra cooperación en beneficio mutuo.
Sobre esas bases, en el curso de esta Visita hemos podido abrir nuevos cauces para promover los vínculos bilaterales entre nuestros dos países.
Entre ellos, destaca la firma ayer del Tratado de Amistad y Cooperación y del Memorándum de Entendimiento sobre Cooperación Financiera.
En este amplio marco global debe situarse la celebración de este Encuentro Empresarial. Un Encuentro cuya importancia queda avalada por la nutrida y destacada representación de empresas y empresarios de ambos países que ha querido sumarse a esta convocatoria.
La extraordinaria acogida que revela este Encuentro, confirma el creciente interés mutuo por explorar las evidentes oportunidades de negocio que se abren entre nosotros.
Un interés que confío pueda materializarse en nuevos proyectos concretos, capaces de impulsar las actuales cifras de comercio y de inversión bilateral, hasta situarlas a un nivel acorde con el dinamismo y tamaño de nuestras respectivas economías.
Aunque nuestra cooperación económica bilateral se ha desarrollado de forma considerable en los últimos años, no alcanza todavía la profundidad y dimensión deseables.
Estoy convencido de que la mayor información y el contacto personal que este Encuentro propicia, permitirán a nuestros empresarios apreciar nítidamente los grandes cambios registrados por nuestras respectivas economías en las tres últimas décadas.
En este periodo, Egipto ha apostado de forma decidida por integrarse plenamente en la economía mundial, abriendo sus mercados a la inversión internacional, y acometiendo importantes reformas estructurales.
En paralelo, España se ha abierto más al mundo, se ha modernizado de forma notable, y se ha integrado en el Mercado Único Europeo.
Ello nos ha permitido convertirnos en una economía muy dinámica, internacionalizada y con un crecimiento que, en los últimos años, se ha mantenido por encima del de nuestros socios de la Zona Euro.
Valgan algunas cifras concretas para ilustrar la magnitud de nuestra transformación económica.
España es ahora la octava economía del mundo por volumen de PIB y el tercer mayor inversor internacional.
España quiere y puede ofrecer su experiencia y cooperación a Egipto, especialmente en algunos sectores concretos de especial interés para ambas partes.
El más evidente es el del turismo, en el que España ocupa una muy destacada posición a escala internacional.
Otros sectores clave para el crecimiento económico y el mayor bienestar de nuestros ciudadanos, son los de la energía, las telecomunicaciones, el medioambiente o el transporte, en los que, como bien saben, nuestras empresas acumulan una valiosa experiencia y un alto prestigio en el mundo.
Por todo ello, estoy seguro de que las importantes empresas egipcias que participan en este Encuentro, van a poder establecer contactos de especial interés con las distintas empresas españolas aquí presentes.
Unas empresas de probado dinamismo y competitividad, que ocupan posiciones de liderazgo a escala internacional, gracias a su elevado nivel tecnológico en la provisión de infraestructuras, la oferta de bienes y la prestación de servicios.
Hoy, más que nunca, el turismo, el comercio, o los proyectos derivados de la inversión, se han convertido en formas añadidas de diálogo entre nuestros pueblos. Un diálogo imprescindible para generar crecimiento, empleo y bienestar en beneficio de nuestros respectivos ciudadanos.
Tampoco debemos descuidar las importantes oportunidades de cooperación a nivel regional y multilateral que promueve el Proceso Euro-mediterráneo.
Egipto y España están llamados a reforzar su cooperación como piedras angulares en la vertebración de un área mediterránea como modelo de entendimiento, paz, integración y progreso.
Al mismo tiempo, egipcios y españoles debemos explorar las notables posibilidades de cooperación conjunta que ofrecen terceros mercados, ya sea en África, en Oriente Medio o en Iberoamérica, en los que las empresas de nuestros dos países disponen de una larga tradición y desempeñan un papel especialmente activo.
En suma, al término de mi Visita de Estado a Egipto, quiero expresar mi pleno apoyo a cuantos esfuerzos permitan plasmar, en nuevos proyectos de cooperación económica y comercial, las estrechas y privilegiadas relaciones que unen a nuestros dos Estados.
Deseo, por ello, animar a todos los participantes en este Encuentro a identificar y concertar nuevas iniciativas en el marco de los contactos y conversaciones que van a mantener.
Reitero a las autoridades egipcias, mi agradecimiento por el apoyo prestado en la organización de este Encuentro Empresarial, así como por su cálida hospitalidad durante nuestra Visita de Estado.
Quiero, por último, manifestar a todos los participantes mis mejores deseos de éxito en sus trabajos conforme al espíritu de estrecha amistad y cooperación que liga a Egipto y España.
Muchas gracias.