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ienvenidos a esta casa, y gracias por acudir a ella para celebrar esta reunión del Patronato en un momento tan importante para Cotec. Sabéis bien de mi interés por vuestro proyecto, por vuestras actividades, y por vuestros esfuerzos. Trato de seguirlos en todo momento, como conoce vuestro Presidente, pero una ocasión como la de hoy me permite establecer un contacto personal con todos vosotros y conocer así de forma más viva y directa la marcha de la Fundación.
Por la información que recibo con periodicidad, tengo la sensación de que este proyecto ilusionante que iniciamos juntos hace ya ocho años, ha llegado a su etapa de madurez.
Cotec está ya presente en el panorama español de la innovación y la tecnología como una referencia obligada, como una llamada de atención, y como un proyecto de futuro.
Pienso que gracias al esfuerzo de Cotec, lo que hace cerca de una década no eran más que intuiciones e impresiones acerca de nuestras carencias y fortalezas en el terreno de la innovación, se han transformado en un conjunto de análisis rigurosos, y de diagnósticos y recomendaciones útiles. análisis que, sin perjuicio de que deban ser completados y refinados en el futuro, constituyen una base más que suficiente para poner en marcha iniciativas por parte de las administraciones y de la empresa, cuyos resultados puedan ser apreciados por la sociedad española. Quiero, por ello, felicitaros por haber llevado a término en un apretado plazo el Informe Cotec 1998 y el Libro Blanco, dos nuevas piezas de análisis de nuestro sistema de innovación que tenemos que traducir en iniciativas concretas.
Cuando contemplamos el camino ya recorrido, cuando, como ocurre hoy, veo alrededor de esta mesa, empresarios trabajando codo con codo con las autoridades públicas de innovación, en un clima de confianza y de ilusión compartida, me siento, debo de confesaros, muy satisfecho y optimista. Porque la regionalización del diálogo tecnológico que estáis tratando de impulsar en vuestros debates y proyectos, y que ha quedado plasmada igualmente en la composición de este Patronato, puede ser la forma más útil y flexible para conseguir una mayor articulación del sistema de innovación español.
Pocas áreas tan propicias para contribuir a crear espacios compartidos, y sentidos como comunes por todos, como la del impulso de la ciencia y su traducción en innovación empresarial.
Y cada día veo más claro que no hay otro camino que el de la complementariedad y la unión de esfuerzos entre todos los agentes implicados en los procesos tecnológicos, para lograr la necesaria modernización económica y social de nuestro país ante los retos de futuro. No podemos olvidar, en este sentido, que tenemos en estos momentos la juventud mejor formada de toda nuestra historia y, en particular, unos científicos jóvenes ilusionados por contribuir a desplazar hacia adelante la frontera del conocimiento.
Por ello, el conjunto del país, sus instituciones públicas, y sobre todo los agentes privados, tendrán que hacer esfuerzos para recuperar e integrar a nuestros jóvenes investigadores que, en no pocos casos, han completado una dilatada formación avanzada en otras sociedades en el esfuerzo que entre todos tenemos que hacer por modernizar nuestra sociedad en el orden tecnológico.
Permitidme recordar, a este respecto, algo sobre lo que muchas veces hemos hablado en nuestras reuniones: que fue precisamente ese el mensaje que yo recibí, hace ya unos cuantos años, cuando en California los empresarios americanos me hacían llegar su enorme confianza en el potencial de futuro de España, si éramos capaces de acometer con rapidez y decisión nuestra entrada en la sociedad tecnológica del futuro. Creo que lo estamos siendo.
Y en esa tarea estamos, como lo demuestra los importantes temas que hoy traéis en vuestra agenda. Tendremos ocasión, a lo largo de la reunión, de comentar los proyectos concretos y las tareas de futuro y muy en especial el resultado del gran debate nacional que habéis llevado a cabo en los últimos meses, y que ha quedado reflejado en el documento del Libro Blanco que va a ocupar hoy nuestra atención preferente. Todo ello es, sin duda, una muestra de vuestra vitalidad y una garantía de vuestra eficacia. Pero, por encima de todo ello, lo que yo quisiera pediros es que en el camino que nos queda por recorrer no falte nunca el espíritu de unión, de colaboración y de confianza entre todos los agentes que vienen impregnando las actividades de nuestra Fundación.
A mí me tendréis siempre a vuestro lado, como hasta ahora, para compartir ese espíritu y, en la medida de mis posibilidades, alentarlo y fortalecerlo.