P
ermitidme que al iniciar mi intervención os exprese mi gran alegría por estar de nuevo en Salamanca y en especial por tener la oportunidad de volver a esta ciudad con motivo de un acto universitario. Agradezco, por tanto, al Rector Magnífico de la Universidad de Salamanca la invitación a presidir este acto inaugural que convoca a la comunidad de Enseñanza Superior Europea a un acertado ejercicio de debate y análisis que no puede más que generar consecuencias positivas para todos nosotros y nuestro futuro común.
La relevancia e interés de los temas que se debatirán a lo largo de las sesiones de trabajo, junto al elevado grado de participación alcanzado en esta convocatoria, son muestra del dinamismo de las universidades europeas y de su capacidad para cooperar y coordinar sus acciones de forma autónoma y responsable.
Es evidente el papel destacado que las universidades y otras instituciones de enseñanza superior han jugado, y deben seguir jugando, en la construcción europea. La Europa que queremos se basa en el capital intelectual y la gestión del conocimiento, con los que formula un proyecto de libertad, convivencia y participación que exige una apuesta decidida por la educación, la ciencia y la cultura.
Los programas de movilidad académica de la Unión Europea han permitido impulsar las relaciones entre nuestras instituciones de enseñanza superior y desarrollar, de manera natural, el principio de confianza mutua y un intercambio que promueve la calidad de nuestros sistemas universitarios. Se abre ahora un nuevo escenario, en el que deberéis saber combinar acertadamente la diversidad, reflejo de la riqueza cultural de nuestros pueblos y de la demanda plural de nuestras sociedades, con la accesibilidad y la compatibilidad de nuestras estructuras de enseñanza superior, con el fin de asegurar que el aprendizaje de los europeos no quede limitado mas que por la voluntad, mérito y capacidad de cada uno de ellos.
En este contexto, la construcción de un espacio europeo de la enseñanza superior merece toda nuestra atención. Garantizar la calidad, promover la cooperación entre instituciones, favorecer la movilidad y facilitar el aprendizaje a lo largo de la vida son algunos de los aspectos a los que debe dedicarse especial interés y esfuerzo.
Pero carecería de sentido definir un ámbito de cooperación universitaria que no mirara más allá de nuestro continente, que no reflejara la riqueza de las intensas relaciones ya existentes con las universidades de otras regiones. Nuestro horizonte ha de ser caminar juntos hacia espacios de interrelación más amplios y, por ello, saludo con especial afecto y simpatía la presencia de una importante delegación de Rectores y responsables universitarios de la comunidad iberoamericana de naciones.
Contáis con todo nuestro apoyo para la definición de nuevas fórmulas que propicien el debate y la reflexión sobre los problemas comunes, faciliten el intercambio de información y experiencias, garanticen la coordinación de iniciativas y, en definitiva, fomenten la cooperación entre las universidades iberoamericanas. El encuentro entre nuestras comunidades universitarias es a la vez reflejo y catalizador del encuentro entre nuestros pueblos, de nuestra solidaridad y de nuestro respeto mutuo.
Señoras y Señores, en términos generales, y con resultado incierto pero a todas luces abrumador, vemos cómo el rápido y continuo desarrollo de las tecnologías de la información y de las comunicaciones está cambiando nuestra forma de vida y generando profundas transformaciones en nuestra sociedad. Las limitaciones temporales y espaciales han desaparecido y las tecnologías multimedia ofrecen nuevas oportunidades y retos en nuestra forma de acceder y divulgar información, al tiempo que abren nuevas posibilidades para el aprendizaje.
Cuanto mayor es la cantidad de información generada por una sociedad, mayor es la necesidad de convertirla en conocimiento. En la sociedad del conocimiento, la creatividad y la capacidad de aprendizaje a lo largo de la vida serán imprescindibles para garantizar el empleo, del mismo modo que la capacidad de innovación es y continuará siendo clave para el buen desarrollo empresarial. La educación, la ciencia y la tecnología están llamadas a jugar en este proceso un papel insustituible y constituyen, hoy más que nunca, recursos estratégicos para el desarrollo y el progreso de los individuos y los pueblos.
Pero el nuevo horizonte que se abre no está exento de riesgos ya que, si es evidente que la ingente cantidad de información que se genera no está todavía accesible en igualdad de oportunidades a todos los ciudadanos, aún lo es más el peligro de generar barreras cada vez más infranqueables entre los ricos en conocimiento y los pobres en conocimiento.
Pero aún con ello está muy claro que invertir en conocimiento es invertir en futuro; y la medida más importante de nuestro éxito en este terreno será nuestra capacidad para adaptar las instituciones de enseñanza superior de forma que puedan dar respuesta a los nuevos retos. Retos que se nos plantean cada vez en mayor número, y que son consecuencia, por un lado, de la diversificación de las sociedades en el mundo y su composición crecientemente multicultural; y por otro, de la incorporación de nuevas tecnologías a la vida cotidiana, las nuevas dimensiones del trabajo basadas en la capacidad de iniciativa personal y colectiva, la mutación permanente de los perfiles profesionales, el carácter interdisciplinar de los puestos de trabajo y la movilidad geográfica y cultural.
Por tanto, creo que es un motivo de esperanza y por ello de alegría que se tome conciencia de estos retos, se tomen las medidas necesarias para afrontarlos, y que esas medidas sean producto en gran parte de un profundo análisis conjunto por parte de las Universidades Europeas y siempre abierto a otras comunidades educativas.
El próximo sábado se constituirá, en el Paraninfo de la Universidad de Salamanca, la Asociación de la Universidad Europea. Quiero adelantarme a daros ya hoy mi más sincera enhorabuena por esta iniciativa. Ese día ha de ser también ocasión para expresar nuestro agradecimiento a cuantos durante años han trabajado en favor del desarrollo universitario europeo.
Mi felicitación a los organizadores de esta Convención y a todos los que han hecho posible este importante hito en la construcción del espacio europeo de la enseñanza superior.
Os deseo un fructífero debate y el mayor acierto en vuestras conclusiones. Y que disfruten de su estancia en Salamanca.
Declaro inaugurada la Convención de Instituciones Europeas de Enseñanza Superior.