quot;Este solemne acto, en el que se conmemora una secular tradición, me permite hacer público mi agradecimiento por vuestra profesionalidad y permanente entrega al servicio de España y de los españoles. En tan noble tarea, algunos de nuestros compañeros han entregado su vida en el cumplimiento del deber, tanto en nuestro territorio como realizando misiones en el extranjero. Para ellos el emotivo homenaje de todos nosotros por su evidente vocación de servicio a la Patria, y para sus familias nuestro cariñoso y más sentido recuerdo", señaló Don Juan Carlos, acompañado en la celebración por la Reina y Los Príncipes de Asturias; el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy; el ministro de Defensa, Pedro Morenés; el ministro del Interior, Jorge Fernández, y el jefe del Estado Mayor de la Defensa, Almirante General Fernando García Sánchez.
En su discurso pronunciado en el Salón del Trono, Su Majestad el Rey afirmó que "durante el año ya finalizado, he podido constatar vuestro afán de superación para alcanzar la excelencia. Como vuestro Jefe, me siento muy satisfecho y os insto a mantener esa disposición, que permite que sigáis siendo apreciados como unos valiosísimos servidores del Estado y de la sociedad. Como sabéis, vuestra labor merece la máxima valoración y el justo reconocimiento de nuestros compatriotas. Gracias a vuestro prestigio, fruto de vuestra excelente formación y alta exigencia personal, nuestros jóvenes se sienten atraídos por la profesión militar".
El Rey también subrayó que "el pasado mes de julio, con un amplio acuerdo parlamentario, se aprobó la Ley Orgánica de Derechos y Deberes de los miembros de las Fuerzas Armadas, que actualiza la regulación del ejercicio por los militares de los derechos fundamentales y libertades públicas reconocidos en nuestra Constitución, y amplía los cauces de comunicación entre mandos y subordinados. Dicha Ley Orgánica determina también el cumplimiento de las obligaciones con sujeción a las reglas de comportamiento militar, que están inspiradas en la mejor tradición castrense. En el ejercicio de vuestras responsabilidades, os animo a mantener los principios de disciplina, jerarquía y unidad que, junto al deber de neutralidad política y sindical, son esenciales para garantizar el adecuado cumplimiento de las misiones que tenéis encomendadas".
Su Majestad el Rey concluyó su intervención expresando "junto a la Reina y los Príncipes de Asturias, os deseo paz y ventura personal para este Año Nuevo. Y os animo a continuar trabajando con el mismo empeño que siempre os ha caracterizado, sin escatimar esfuerzos en beneficio del conjunto de la sociedad a la que os debéis".
Tras la llegada al Palacio Real de Sus Majestades los Reyes, acompañados por Sus Altezas Reales los Príncipes de Asturias, los correspondientes honores, la interpretación del Himno Nacional y una salva de 21 cañonazos, Don Juan Carlos pasó revista a la formación de la Guardia Real, en la Plaza de la Armería. Posteriormente, se produjo el saludo en la Saleta de Gasparini a diferentes comisiones, antes de imponer condecoraciones a diferentes miembros de estas comisiones militares en el Salón del Trono. Antes de dar por concluido el acto, el ministro de Defensa, Pedro Morenés, y Su Majestad el Rey pronunciaron sus discursos en el Salón del Trono, ante las autoridades civiles y militares.
La Pascua Militar tiene una profunda tradición en la vida castrense española. Su celebración se remonta al reinado de Carlos III, cuando, el 6 de enero de 1782, se recuperó la localidad menorquina de Mahón, que se hallaba en poder de los ingleses. Como expresión de júbilo, Carlos III ordenó a los virreyes, capitanes generales, gobernadores y comandantes militares que, en la fiesta de la Epifanía, reuniesen a las guarniciones y notificasen en su nombre a jefes y oficiales de los ejércitos su felicitación.