on Juan Carlos y Doña Sofía recibieron en audiencia a una representación de la Fundación del Colegio Imperial de Niños Huérfanos de San Vicente Ferrer, con motivo de la celebración en 2010 del sexto centenario de su creación. Acudieron al Palacio de La Zarzuela, encabezados por el presidente del Patronato de la Fundación y canónigo del Cabildo de la Catedral de Valencia, Juan Miguel Díaz Rodelas, el secretario del Patronato, Francisco Sapena Davó, el clavario director, Enrique Orquín Fayos, el gerente, José Manuel Sanmillán Martínez, los tutores Segunda Sánchez Lorente y Francisco Ample Blat, y el jefe de prensa, Borja Gitrama Sancho, junto con los estudiantes Luis Francisco Modu Asumu, Leonor Lara Prats, Salvador Teclés Galán, Octavio Nguema Angono, Elisa Raquel Ment Monkam, Juan Manuel Rodríguez Germán, José Mahiques Canet, Victoria Rubio Muñoz y Fernando Noguera Muñoz
El Colegio Imperial de Niños Huérfanos de San Vicente Ferrer colabora con las familias para dar albergue, alimentación, educación y formación a niños huérfanos de ambos sexos y necesitados económicamente. Desde su creación, ha acogido a más de 30.000 niños valencianos. En la actualidad cursan sus estudios 240 escolares, desde Educación Primaria hasta cuarto curso de Educación Secundaria Obligatoria. Igualmente, otros 75 huérfanos, niños, adolescentes y jóvenes, que han perdido a los dos progenitores o a uno de ellos, así como niños de familias monoparentales, son acogidos en el Centro.
San Vicente Ferrer, que en 1410 está en Valencia, recoge a niños huérfanos y abandonados bajo el cuidado y tutela de los Beguines. En 1540, al decaer la asistencia a los niños por parte de los Beguines, algunos Caballeros se hacen cargo de aquéllos, formando la Cofradía del Bienaventurado San Vicente Ferrer. Es en 1549, cuando el Emperador Carlos I de España, desde Bruselas, encomienda al Virrey de Valencia que "provea lo que más convenga en beneficio de esta obra vicentina". Posteriormente, tras la expulsión de los moriscos, quedó sin moradores el Colegio del Emperador y el Director de la Institución viajó a Madrid para solicitar el traslado de los niños huérfanos a dicho edificio. Dicha gracia les será concedida por Real Cédula de 11 de marzo de 1620.
Un año más tarde falleció Felipe III, y su hijo, Felipe IV, decide hacer efectiva la gracia de su padre cediendo el Colegio del Emperador a los niños huérfanos, un edificio que había sido fundado por su bisabuelo en la ciudad de Valencia. Ya en el siglo XX, Alfonso XIII, por una Real Orden, firmada el 29 de Enero de 1913, clasificó "de Beneficencia particular el Colegio Imperial de Niños Huérfanos de San Vicente Ferrer, instituido por el mismo Santo, pues aparte de ser su objeto esencial el acogimiento de niños huérfanos pobres, realiza también misión educativa".
Don Juan Carlos visitó la exposición de las Galerías San Vicente, celebrada en Madrid en 1970, momento en el que se estaba construyendo el actual Colegio, tras el desgraciado derrumbe del Colegio del Emperador en 1968.
La Fundación cumplirá en 2010 los 600 años desde su creación en Valencia por San Vicente Ferrer, fecha desde la cual ha funcionado de manera ininterrumpida, siendo el Internado de niños huérfanos más antiguo de Europa. Con motivo de dicha celebración, la Fundación ha realizado una serie de eventos conmemorativos, como la presentación de un Libro sobre los primeros tres siglos de historia del Colegio, una entrega de Premios Honoríficos y la edición de una Memoria anual. Durante los próximos meses continuarán las manifestaciones artísticas, culturales y sociales para dar a conocer el legado del Colegio de Huérfanos más antiguo de Europa, mediante exposiciones, concursos, conferencias y nuevas publicaciones.