Quiero comenzar estas palabras expresando la satisfacción que siento al ver cómo esta iniciativa, el “Galardón Camino Real” que nos convoca hoy en este histórico Paraninfo de la Universidad de Alcalá, se va abriendo camino, nunca mejor dicho, al llegar a su tercera edición. Y lo hace, como en las dos anteriores, reconociendo el mérito de una persona que ha contribuido a fortalecer el nombre y el prestigio de España en América del Norte en general y, más específicamente, en los Estados Unidos de América.
El Galardón Camino Real, impulsado por el Instituto Franklin de esta Universidad, comenzó su andadura hace tres años y desde entonces ha distinguido primero a Plácido Domingo, después a Valentín Fuster, y en esta última ocasión, a Pau Gasol. Sin duda, tres grandes españoles que nos han representado en los Estados Unidos con honor, con valor y con la ambición de trabajar duro para ser los mejores y de compartir su éxito y excelencia para construir país.
Enhorabuena, Pau, por este premio que hoy has recibido por unos méritos que, si bien se apoyan principalmente en tu trayectoria deportiva y profesional tan exitosa, ponen el énfasis en cómo, con ese gran cartel, has empleado tus cualidades también personales para que ciudadanos e instituciones de los Estados Unidos conozcan y aprecien más nuestro país. Ese es el sentido y el objetivo de este premio, pero hay que reconocer con orgullo que con tu trayectoria de excelencia has conseguido que España sea más y mejor conocida no solo en esa gran nación, sino, en realidad, en todo el mundo.
Pau Gasol es una figura de una “talla” -la física salta a la vista- que no requiere de presentaciones. Y por ello no me voy a detener en su brillante carrera deportiva, en su deslumbrante palmarés en el baloncesto profesional a nivel mundial, en su entrega y compromiso con la Selección Española, o en la importancia y el número de los premios y reconocimientos obtenidos, ya que hablan por sí solos.
"...Enhorabuena, Pau, por este premio que hoy has recibido por unos méritos que, si bien se apoyan principalmente en tu trayectoria deportiva y profesional tan exitosa, ponen el énfasis en cómo, con ese gran cartel, has empleado tus cualidades también personales para que ciudadanos e instituciones de los Estados Unidos conozcan y aprecien más nuestro país. Ese es el sentido y el objetivo de este premio, pero hay que reconocer con orgullo que con tu trayectoria de excelencia has conseguido que España sea más y mejor conocida no solo en esa gran nación, sino, en realidad, en todo el mundo..."
Pero sí quiero poner de relieve esos otros valores humanos que atesora nuestro galardonado y que dicen mucho de la alta calidad humana de Pau Gasol como persona. Desde un sentido profundamente altruista y filantrópico, nuestro premiado ha apoyado y apoya a los más desfavorecidos, sobre todo a la infancia, y ha impulsado igualmente la igualdad de género, siendo siempre un referente de espíritu de superación, capacidad de liderazgo, trabajo en equipo e implicación social.
Como en el caso de sus méritos deportivos, en el ámbito de la filantropía la aportación de Pau ha sido también reconocida universalmente. Nosotros, Pau, nos sumamos a todos esos reconocimientos, —los deportivos y los que has obtenido por el ejercicio de los mejores valores—, y te damos las gracias de corazón por tu gran ejemplo.
Señoras y señores,
Quiero ahora referirme más directamente a los objetivos de este galardón. Este es un premio que ensalza y fomenta la amistad entre España y las naciones norteamericanas –México, los Estados Unidos y Canadá–, una alta meta que debe ser puesta de manifiesto con la mayor solemnidad. Con la solemnidad que ofrece un entorno tan significativo como la ciudad de Alcalá de Henares y como este magnífico Paraninfo de la Universidad de Alcalá.
En las anteriores ediciones, y en otras muchas ocasiones, también lo he recordado. Tradicionalmente, la dimensión americana de España ha sido plenamente continental, abarcando desde Alaska a la Tierra del fuego. Se trata de una presencia que no quedó restringida a América del Sur, a América Central o a Mesoamérica, pues nuestro país se proyectó históricamente desde el Pacífico Norte a Florida, y desde Canadá hasta México. En la actualidad, la presencia española e hispánica en general en la parte septentrional de América, en todos los ámbitos ‒cultural, lingüístico, económico‒, es una realidad que define la propia identidad de América del Norte.
Por eso es tan importante este galardón que, con su propio nombre, hace alusión a la vía histórica que estructuró durante siglos la comunicación en gran parte de ese subcontinente. Con él ensalzamos la labor de quienes hoy, cientos de años después, continúan realizando su aportación al fortalecimiento de las relaciones entre nuestro país y esas naciones. Es de justicia, por tanto, reconocer el trabajo y el empeño del Instituto Franklin de la Universidad de Alcalá por consolidar este premio que, firmemente, va tomando carácter y singularidad. También debemos agradecer su actividad investigadora y docente con la que contribuye al enriquecimiento de las relaciones con toda Norteamérica. Gracias y enhorabuena a todos los que hacen posible la labor del Instituto.
Termino ya estas palabras volviendo brevemente sobre nuestro galardonado, que es el principal protagonista de esta jornada. Felicidades de nuevo, Pau, por este reconocimiento tan especial y merecido. Te deseamos muchos éxitos en la larga y fructífera trayectoria que, sin duda, vas a seguir forjando.
Muchas gracias.