Buenas tardes, Señoras y Señores. Permitidme que comience mis palabras agradeciendo al American Business Council la invitación para clausurar esta IV edición de sus cumbres anuales, convocada bajo el lema?Educación y Competitividad Global?.
Igualmente, agradezco a la querida Villaviciosa de Odón, y a la Universidad Europea de Madrid, su hospitalidad para celebrar la cumbre y este almuerzo. Gracias querido Presidente del ABC por tus palabras, y a todos los presentes, por vuestro recibimiento.
Como hemos podido escuchar antes, las ideas impulsan el progreso. El Premio Nobel español D. Santiago Ramón y Cajal consideraba ya la Universidad como?elórgano principal de la producción filosófica, científica e industrial?. Hace un siglo, aquel eminente intelectual preveía con claridad nuestro actual avance hacia las sociedades y economías del conocimiento. Hoy es evidente que las economías nacionales y el mercado global tienen uno de sus motores más activos en la aplicación del saber, tanto a los sistemas de producción de bienes y servicios, como a los bienes y servicios producidos. Solemos denominar?innovación? a ese proceso, acelerado por las tecnologías de la información.
Así, el sistema productivo y los mercados experimentan modificaciones de hondo calado, que además se extienden por todo el Planeta. En efecto, los Estados emergentes -extensos y poblados- de América y de Asia, han alcanzado un protagonismo económico inédito, derivado del importante volumen de bienes que sitúan en el mercado a precios muy competitivos. Un protagonismo que proviene cada vez más de una intensa capacidad de innovación, basada en altas cotas de excelencia educativa.
En ese contexto, los emprendedores en España asumen una competencia globalizada y de calidad, como parte de sus mejores esfuerzos para dejar atrás la crisis económica. De ahí el acierto que supone el tema elegido para esta IV Cumbre del ABC.
La interconexión de educación y competitividad es clave para el presente y, desde luego, para el porvenir económico de España. En otras palabras, construimos el futuro de la economía española desde la relación entre formación profesional y empresa, entre instituciones de nivel universitario y firmas nacidas o establecidas en España, entre los centros de investigación y el mundo de la producción.
El avance de la innovación cuenta con el pujante impulso de la iniciativa empresarial. De hecho, las firmas que constituyen el ABC - las grandes corporaciones estadounidenses con presencia en España- contribuyen con importantes recursos y su creatividad. A este respecto, me alegra destacar los 43.000 millones de euros que alcanza el?stock? de inversión estadounidense acumulado en nuestro país. Mientras hablo, inversores de los Estados Unidos respaldan 30 nuevos proyectos de alto nivel tecnológico.
"...La interconexión de educación y competitividad es clave para el presente y, desde luego, para el porvenir económico de España. En otras palabras, construimos el futuro de la economía española desde la relación entre formación profesional y empresa, entre instituciones de nivel universitario y firmas nacidas o establecidas en España, entre los centros de investigación y el mundo de la producción. ..."
Ahora bien, es evidente que el tipo de progreso que necesitamos no puede depender exclusivamente del comportamiento del tejido empresarial. La creación de valor mediante nuevos modos de operar en todo el sistema, precisa, además, la cooperación activa, abierta y transparente entre las esferas pública y privada, para que cada idea pueda suscitar oportunidades reales de negocio.
Con las empresas extranjeras, que trabajan codo con codo con nosotros, hemos de situar a nuestro país entre los Estados que promueven el cambio de modelo productivo que marca ya el siglo XXI. Vosotros, como emprendedores, sabéis bien que España a lo largo de los treintaúltimos años ha ido escalando posiciones muy destacadas de la economía mundial. Sois conscientes igualmente del amplio acervo con que ahora mismo contamos para recuperar el crecimiento. Permitidme reflejar a este respecto tres realidades objetivas, que de hecho son tres de los grandes activos con que cuenta nuestra sociedad -y, con ella, nuestro mundo empresarial- para recuperar el progreso económico adecuado.
En primer lugar, como españoles tenemos un extraordinario patrimonio científico y humanístico, artístico y cultural, fomentado por la expansión del español en los cinco continentes, que hablan como primera lengua quinientos millones de personas. Todo ello impulsa la creación actual de conocimiento en nuestro país.
En segundo lugar, y junto a ello, son cada vez más numerosos los compatriotas que, con un currículum académico exigente y un buen conocimiento de otros idiomas, producen nuevo saber, año tras año. Sin duda, hemos de ensanchar esa tendencia, pero es igualmente cierto que disponemos ya de una amplia y sólida base, que no es posible improvisar. En esto tienen también mucho que decir y hacer nuestras universidades y nuestro sistema publico y privado de I+D+i, en lo que se refiere a la atracción de talento y recursos hacia los sectores oáreas en los que somos?o podemos ser- más competitivos e incluso líderes.
En tercer lugar, España, como sociedad avanzada, cuenta con innumerables emprendedores conscientes del valor de la innovación como bien empresarial. Sus compañías desarrollan relaciones muy intensas con el resto de Europa, con las Américas, con tantas otrasáreas del Mediterráneo, del mundoárabe y de Asia. Esos emprendedores y empresas, que se encuentran a todos los niveles y en todos los sectores, potencian la relación entre actividad empresarial y cultura innovadora, y multiplican la competitividad de su negocio.
Esa triple dinámica cultural, económica y social, ligada a la intensa relación comercial y financiera que España mantiene con tantos Estados, nos permite reiniciar mejor el crecimiento, con el esfuerzo de todos.
Y digo esfuerzo de todos. Como sabéis la Corona apoya la innovación a través de muy distintos cauces. Entre otros, la magnífica actividad que COTEC está llevando a cabo, o la atmósfera vibrante y renovadora que promueve la joven Fundación Príncipe de Girona. También apoyando a los principales actores, empresas, universidades, Centros Tecnológicos y de Investigación, tanto en su articulación de sinergias creativas y productivas en España, como en los proyectos internacionales en los que participen. Fomentando las relaciones con los países que más aportan al conocimiento y la innovación, como los EEUU. En definitiva ayudando a cuidar y fomentar el prestigio y la marca país que en nuestros tiempos es tan sensible a todo tipo de influencias y acontecimientos, como sonúltimamente los deportivos, por dar un ejemplo tan positivo.
Por cierto permitidme mencionar en este contexto la concesión del Premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales 2011 al profesor estadounidense Howard Gardner, cuyas investigaciones son determinantes para el porvenir del modelo educativo. Su concepción del aprendizaje como comprensión profunda, que involucra el uso flexible y activo del conocimiento, se corresponde también perfectamente con la razón de ser de este encuentro. En octubre tendremos el gusto de tenerle con nosotros en Oviedo para la entrega.
En fin, estoy igualmente seguro de que el intercambio de puntos de vista y opiniones que, como actores muy relevantes de la economía española, habéis logrado en esta IV Cumbre, muestra de nuevo a nuestra sociedad la excelente relación entre los Estados Unidos y España, así como vuestro compromiso personal y corporativo con el bienestar social y con el crecimiento económico de nuestro país.
Enhorabuena a todos por vuestro trabajo y muchas gracias.