E
sta reunión de las Academias Europeas significa a la vez un testimonio y un programa.
Es la expresión pública del vínculo histórico que une a nuestras academias con la Corona, a través de un largo camino, y que se renueva hoy para despertar la esperanza de una colaboración cada vez más amplia y más intensa.
Las circunstancias del momento en que vivimos, aconsejan que marchemos juntos hacia una Europa más unida y más solidaria y, en este sentido la presente reunión viene a ser una prueba de que la cultura puede contribuir decididamente a lograr en nuestro viejo continente un futuro de esperanza.
Las academias son ejemplo de instituciones que pueden adaptarse a las distintas situaciones sin perder su función, su identidad y su eficacia.Constituyen el lugar donde el intercambio intelectual entre personas de diferente formación profesional, permite un diálogo fecundo que contribuye a mejorar la sociedad en que vivimos.
Los signos de los tiempos muestran la vitalidad del movimiento académico. Se crean nuevas academias; las relaciones de las antiguas con las modernas se estrechan en cada país; las comunicaciones entre las de los distintos países se intensifican cuando se reúnen para tratar cuestiones científicas o para examinar -como aquí vais a hacer- las líneas de acción más convenientes para el desarrollo de la sociedad.
Al daros la bienvenida, os deseo que los resultados de vuestras reuniones respondan a las expectativas que todos abrigamos.
Declaro abierta la Reunión de Academias Europeas.
Se levanta la sesión.