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eñor Presidente de los Estados Unidos Mexicanos,Señora de Fox,Señoras y Señores,
Al finalizar esta visita de Estado a México, la Reina y yo queremos expresaros, y por Vuestra mediación a todo el pueblo mexicano, nuestro más hondo y sincero agradecimiento por la calurosa acogida y por la generosa hospitalidad con que nos habéis honrado una vez más.
Llegamos a México ilusionados con la emoción de pisar de nuevo la muy querida tierra mexicana y nos despedimos ahora también emocionados por el constante testimonio de vuestro afecto y de vuestra generosidad.
En esa inigualable hospitalidad mexicana de siempre he visto reflejados, una vez más, los sentimientos de amistad y cariño del pueblo mexicano hacia el pueblo español. He reconocido en seguida esos sentimientos, ese afecto intenso y profundo, porque es el mismo que México ha despertado siempre en mi corazón y en el de todos los españoles.
Los españoles y los mexicanos nos comprendemos muy bien, no sólo porque hablamos el mismo idioma, sino porque además expresamos en ese idioma una sensibilidad muy parecida, fruto de una historia común y de una identidad que compartimos con todos los países de la Comunidad Iberoamericana.
Esta visita a México, que hoy concluye, ha coincidido precisamente con el vigésimo quinto aniversario del restablecimiento de nuestras relaciones diplomáticas. En estos veinticinco años se ha producido un auténtico reencuentro entre México y España, que se ha traducido en un estrechamiento de nuestros lazos de amistad y en una concertación creciente de nuestras políticas en ámbitos muy diversos.
Sin renunciar a su propia identidad, nuestros dos países se han abierto al exterior, decididos a jugar el importante papel que les corresponde en la escena internacional. México y España han visto crecer rápidamente su peso y su prestigio en el mundo por su decidida defensa y promoción de los principios y valores de la democracia y del respeto de los derechos humanos, sobre los que se basa el desarrollo y la prosperidad de sus pueblos.
Como tuve ocasión de expresar en mi anterior visita de Estado a México hace cinco años, "Juntos nos complementamos, separados nos disminuimos". Regreso a España convencido de que España y México están avanzando por el buen camino hacia horizontes cada vez más amplios de amistad y cooperación.
Agradeciéndoles de nuevo, Señor Presidente, Señora de Fox, su amabilidad y generosidad, quiero reiterarles el testimonio de simpatía y cariño del pueblo español hacia el pueblo de México.
Permitidme que levante ahora mi copa para brindar por la amistad imperecedera entre España y México y el progreso de nuestros pueblos.