E
spaña desea, en el año del Bicentenario, ofrecer esta interpretación de Don Quijote al "Kennedy Center" de Washington, realizada por un gran artista español, Aurelio Teno. Este Centro, que perpetúa el recuerdo del gran Presidente que vive en la memoria de millones de gentes del mundo, es como un faro cultural de las Artes de Norteamérica que se proyecta sobre vuestra entera nación. España ha querido asociarse a esta tarea del espíritu con una estatua que simbolice lo que Don Quijote es y representa en la vida y en el alma de España.
Don Quijote es el símbolo del hombre que lucha por un ideal absoluto. Buscaba sobre todo la justicia entre los hombres.
Era evidentemente un visionario y carecía casi siempre de realismo. Los sabios y los prudentes se reían de él. Mas siguió peleando hasta la muerte por la justicia y la libertad.
Su figura ha quedado ahí, para la inmortalidad. Cervantes, al crearlo, hizo posible que un mito tuviera consistencia carnal y que todo el mundo supiera en España cómo era físicamente Don Quijote.
En ningún sitio más adecuado podría hallarse el Caballero de la Mancha, como en el Centro Kennedy, reafirmando la eterna pugna del hombre por el ideal.